jueves, 23 de febrero de 2012

La reina en el palacio de las corrientes de aire


La tercera y última novela de Stieg Larsson no cierra la trama, pues desgraciadamente Larsson falleció antes de acabar su obra. Quedan muchas cosas en el aire, y la más importante es: ¿dónde está la hermana de Lisbeth Salander? Una trama judicial excelente, un juicio trepidante, y finalmente el desenlace que esperábamos en este libro.
Qué pena que acabó.

lunes, 20 de febrero de 2012

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Esta segunda novela de Stieg Larsson me ha impedido dormir correctamente las dos últimas noches. En concreto, ayer me dieron las tres de la mañana. Y ya sabía lo que iba a ocurrir, pero es una secuenciación tal, que va in crescendo según vas acercándote a la escena final, que no podía parar de leer hasta que llegué al magistral final.
Adictivo Larsson, sin lugar a dudas.

sábado, 18 de febrero de 2012

Los hombres que no amaban a las mujeres


La primera novela de Stieg Larsson es una joya. Hace tres o cuatro años que la leí, pero no puedo evitar releer cuando alguna buena novela vuelve a mí, y esta es sin duda una gran novela.
Una trama magníficamente elaborada, con unos personajes perfectamente creíbles (salvo quizá el de Lisbeth Salander, aunque entrañable) y sorprendentes sucesos que se enlazan perfectamente unos tras otros. Mikael Blomkvist es quizá, como lo define la propia Lisbeth, un poco Don Perfecto, pero no puede evitar caer bien.
Larsson pretende, por supuesto, dar lecciones de ética y moral en el mundo de las finanzas y en los entresijos periodísticos. Por lo que sé de él, llevó sus ideas a la práctica, y parece ser que fue un hombre honesto. Su muerte, antes de acabar con toda la trama Millenium, le sorprendió antes del éxito fulgurante que siguió a la publicación de este primer tomo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Sé lo que estás pensando


La primera novela del escritor John Verdon comienza con un intrigante enigma: un hombre recibe una carta incitándole a pensar un número del uno al mil, y el remitente descubre cuál es ese número. A partir de este momento, los mensajes continúan, comienzan a producirse los crímenes en serie, y la bola echa a rodar hasta finalizar magistralmente con una escena de película.
El detective retirado Gurney mantiene un carácter perfectamente creíble, con una vida personal complicada y una mente privilegiada para hilar y atar cabos. El resto de los personajes le acompaña de manera muy adecuada, aunque el papel de su mujer, Madeleine, es un tanto ambiguo y quizá habría merecido un mayor interés.
He estado investigando y no hay aún rumores de que este libro sea llevado a la gran pantalla en un futuro próximo, pero no albergo muchas dudas. Es un libro perfecto para rodar un inquietante “thriller” de los que tanto me gustan.

lunes, 6 de febrero de 2012

El conde de Montecristo


Dumas es magistral. Aunque, tras leer por cuarta o quinta vez “El conde de Montecristo” haya descubierto que escribía con la ayuda de colaboradores que muchas veces hacían el trabajo sucio. Así que, quizá, debería decir que Dumas y sus colaboradores eran magistrales.
Es la historia de una venganza impecablemente planeada e implacablemente ejecutada. Es la historia de un hombre mortal que al creerse con la potestad de administrar justicia, la administra. Es la historia de una pasión juvenil horriblemente mutilada por la envidia y los celos. Es, en suma, una maravilla que traslada al lector al siglo XVIII y a una serie de aventuras, desventuras, amoríos, desengaños, nacimientos, asesinatos, agonías y esperanzas como pocas veces se han escrito ni se escribirán.