domingo, 28 de abril de 2013

Nadie quiere saber



Hace ya muchos años que leí una de las novelas de Alicia Giménez Barlett protagonizada por la inspectora Petra Delicado y su compañero de faena el subinspector Garzón. En esta ocasión, la inspectora y su subordinado se ven en la obligación de reabrir un caso de cinco años atrás, e investigar la muerte del empresario barcelonés Siguán a manos, o bien del chulo de la joven prostituta que se encontraba con él, o bien de un italiano desconocido que parece haberse volatilizado.
La investigación va dando sus frutos y comprenden que están en el buen camino cuando se produce un asesinato relacionado con el caso, lo que hace comprender a la inspectora que el caso está aún candente. La investigación les lleva a Roma, donde colaborarán con la policía italiana y se verán inmersos en un turbio asunto relacionado con la Camorra.
Pero será finalmente en Barcelona donde la inspectora atará todos los cabos y saldrá a la luz la vida y las razones de la muerte de Siguán. Una novela policíaca muy entretenida, bien escrita y para pasar un par de ratos agradables.

miércoles, 24 de abril de 2013

Eres galáctica, Carlota



Una horita larga sin nada que hacer, vigilando un examen, y me he llevado este libro de Gemma Lienas, con el fin de recomendarlo (o no) a mis alumnos y alumnas. Me gustaron más los diarios (rojo, azul, violeta…) pero es una novelita corta que se lee en un rato y cuenta las cosas que les interesan a los adolescentes de hoy en día: la ropa, el teléfono, las amistades, los ligues (de ellos y de sus padres)…
Para pasar un rato agradable, pero Gemma Lienas puede dar mucho más de sí.

miércoles, 17 de abril de 2013

El prisionero del cielo



No sabía que esta tercera novela de Ruiz Zafón, dentro de la tetralogía de El cementerio de los libros olvidados, estaba tan íntimamente relacionada con las dos anteriores. De hecho, el prisionero del cielo al que se refiere el título es el protagonista de la segunda novela, El juego del ángel. Pero esta novela retoma a dos de mis personajes favoritos. Uno de ellos es Daniel Sempere, el niño, luego joven, y ahora adulto y padre, que protagonizó en La sombra del viento la maravillosa aventura que dio inicio a esta serie. Y el otro es el pobre desgraciado, siempre con la cabeza alta, y sufriendo desgracia tras desgracia, que es Fermín Romero de Torres. Ahora comprenderemos sus miserias, su vida en la posguerra española, su sufrimiento y cómo se empeña en vivir por encima de todo.
Es una historia de recuerdos, es la historia de la madre de Daniel y su relación con el prisionero de la cárcel de Montjuich, de su muerte y de las razones de su muerte. Es una historia que engancha, sobre todo por el cariño que ya le tenemos a estos personajes, y que deja con ganas de saber más. ¿No es, al fin y al cabo, la tercera parte de una tetralogía? Ya llegaremos al final.

sábado, 13 de abril de 2013

Presunto inocente


Scott Turow se mete en la piel de Rusty, un hombre modélico en su vida, fiscal de una pequeña ciudad, casado con una bella mujer y con un hijo de ocho años. Todo se complica cuando no puede evitar obsesionarse con Carolyn, una compañera de trabajo, fiscal como él, hermosa, ambiciosa y sensual. Tras una breve aventura, ella le abandona y él acaba confesándoselo a su esposa.
Pero poco tiempo después Carolyn aparece muerta en su casa y Rusty debe investigar el crimen. Todo parece irse confabulando en su contra hasta que parece culpable de la muerte: sus huellas dactilares, rastros de relaciones sexuales… Rusty es acusado formalmente y el juicio discurre por una senda muy peligrosa.
El desenlace es sorprendente. Y ésta es una de las pocas novelas que, a pesar de mantener la intriga hasta el final, me gusta menos que la película. 

viernes, 5 de abril de 2013

El hombre de San Petersburgo



Una novela histórica de Ken Follett donde el autor da lo mejor de sí mismo. Es el Follett anterior al mundo de las catedrales (con toda mi devoción para Los pilares de la Tierra). Es el Follett capaz de convertir a un anarquista asesino y terrorista en un hombre por el que podemos sentir compasión.
Es una historia basada en la casualidad. ¿Y por qué no? Un escritor puede tomarse licencias. Hace diecinueve años, Félix era un joven anarquista de San Petersburgo que se enamoró de Lydia, joven aristócrata, manteniendo ambos un tórrido romance. Cuando fueron descubiertos, Lydia fue obligada a casarse con un aristócrata inglés para alejarle de su amante.
En vísperas de la I Guerra Mundial, el marido de Lydia es el interlocutor en una serie de conversaciones para formar una alianza entre ingleses y rusos. El príncipe Orlov, pariente suyo por parte de su esposa, es la otra parte. La mejor manera de interrumpir esas negociaciones, y quizá evitar la alianza, es el asesinato de Orlov. En este momento vuelven a cruzarse los caminos de Lydia y de Félix, el anarquista ya convertido en asesino terrorista.
Pero las emociones son mucho más complejas, las alianzas y las traiciones se suceden dentro de la familia, y la hija de la familia, Charlotte, una jovencita muy despierta, será quien más sorpresas produzca.
Una joya de la literatura de suspense, mezclado con una buena dosis de historia de principios del siglo XX. 

martes, 2 de abril de 2013

La tabla esmeralda



Ana es una joven madrileña que trabaja en el mundo del arte, y tiene un maravilloso novio alemán, Konrad. A mí maravilloso no me pareció desde un primer momento, pero parecía que a ella sí. La manipulaba y trataba como si fuera su padre, indicándole lo que tenía que hacer, que vestir, que comer… Vamos, una joya.
Konrad busca un cuadro, El astrólogo, de Giorgione, acerca del que Ana escribió su tesis doctoral. Konrad le pide, o mejor, le ordena, que le ayude a buscarlo. Y Ana obedece. Su búsqueda le llevará a París, donde Alain, quien también se dedica al arte, y en concreto, al arte expoliado por los nazis, le prestará una gran ayuda.
Pero las cosas se ponen feas cuando empiezan a suceder a su alrededor hechos inexplicables: desapariciones, robos y amenazas. Todo parece acabar siempre con la historia de Sarah Bauer, joven judía que vivió en París durante la II Guerra Mundial y cuyo destino parece unido al de El Astrólogo.
Una descripción angustiosa de la vida en una ciudad en guerra, durante una época en la que ser judía podía conducir a la muerte en cuestión de horas.