Sofía es una joven a punto de cumplir los treinta años, licenciada
en filología hispánica, que trabaja como camarera en una cafetería en el centro
de Madrid, el Café de Alejandría. Es un lugar con encanto, con magia, y no le
pide más a la vida que seguir siendo feliz en su trabajo, conservando la
amistad con su amigo de la infancia Oliver, con su madrastra poco mayor que
ella, con sus compañeros… No busca el amor desde que una ruptura traumática la
dejó bastante tocad, y ha aprendido a ser feliz y derramar su felicidad y su
magia a su alrededor.
Héctor es un joven licenciado en Bellas Artes que se enamoró a los
dieciséis años de una chica de su pequeño pueblo. Han crecido juntos, juntos se
fueron a Suiza, persiguiendo los sueños laborales de ella, y ha vuelto a Madrid
con intención de ir abriendo camino para volver a su país de origen. De
momento, vive en una habitación compartiendo piso justo frente al Café de
Alejandría. Y allí comienza a tomar café a diario, hasta prendarse de la magia
del lugar y por supuesto enamorándose sin saber cómo de la camarera que a
diario le alegra la vida, Sofía.
Sofía se dejará llevar, con muchas reticencias, por un camino que
no quiere seguir, pues entiende que Héctor tiene una novia a la que se debe. Pero
la magia aparece en sus encuentros, y lo que es una amistad platónica acabará
desembocando en algo que puede hacerles mucho daño a ambos…
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