Azul casi transparente

 

Reconozco que he leído este libro porque me he equivocado. Y cuando me he dado cuenta de mi equivocación, ya llevaba la mitad del libro, que afortunadamente es corto.

Ryu Murakami (el apellido es lo que ha dado lugar a mi equivocación) narra la vida de un grupo de jóvenes japoneses que básicamente se dedican a drogarse y tener sexo en grupo. Cuenta de manera muy explícita todo lo que puede llegar a hacer un drogadicto, y sinceramente, he sentido verdadera repulsión. Lo he leído en dos ratos, y no he logrado sentir simpatía por ninguno de estos niñatos.

Lo que me sorprende es que tuvo un prestigioso premio, el Akutagawa.

Palabras rotas

 

Karin Slaughter vuelve a contarnos una historia protagonizada por Will Trent, en colaboración con Sara Linton.

Sara vuelve a su pueblo, donde murió su esposo, que era el jefe de policía. Sigue culpando a Lena, la compañera de trabajo, quien le puso en peligro. Justo el día que llega para pasar las vacaciones de Acción de Gracias, una joven universitaria es hallada asesinada. Sara, médica en Atlanta, es requerida por los antiguos compañeros de su marido para hacer la autopsia y para atender al joven del pueblo que ha confesado ser el responsable. NO le convencerá lo que ve, y solicitará la presencia de Will Trent. Juntos, encontrarán las respuestas a las preguntas que van apareciendo.

Fractura

Segundo libro de la saga Georgia de Karin Slaughter. Will Trent de nuevo, y en esta ocasión comienza su colaboración con al agente Faith Mitchell, que se convertirá en su pareja de trabajo.

En la casa de una pareja adinerada de Atlanta entra la madre, Abigail, y se encuentra con un sombrío panorama: un cuerpo tendido y apuñalado, y un joven ensangrentado se abalanza sobre ella. Se defiende, y consigue matar al joven. Su hija, o quien ella cree que lo es, está muerta.

Will Trent es encargado de investigar el crimen, y comenzarán por darse cuenta de que el cuerpo que yace en la casa no es el de la joven residente de la casa, Emma, sino el de su amiga Kayla. Emma está desaparecida, y a partir de ahí comienza contrarreloj la búsqueda de la chica, pero no parece haber pistas más allá de la identidad del joven muerto.

Primera colaboración de Will y Faith, que nos prometen grandes momentos.

Tríptico

He comenzado con el primero de la saga de Will Trent dentro de las novelas de Karin Slaughter. También se considera la saga como Georgia, pues transcurren básicamente en Atlanta y alrededores.

La novela comienza con un asesinato cometido muchos años atrás, por el que fue condenado un joven adolescente, John, que sospechamos desde el primer momento fue engañado e incriminado. Empezaba a coquetear con las drogas, faltaba al colegio, daba problemas a sus padres… Pero no parece un asesino, y menos de Mary Alice, la chica que le gustaba. Pero todos los indicios conducen hacia él, y pasará veinte años en la cárcel.

Cuando sale John de la cárcel en libertad condicional, es un pobre desgraciado que tiene que buscarse la vida siendo un delincuente condenado por delitos sexuales, lo que conlleva no poder tener un trabajo decente ni un lugar para vivir. Casualmente se dará cuenta de que alguien está tramando algo contra él, pero tampoco confía en nadie.

Una prostituta es asesinada y el crimen guarda similitudes con aquél por el que John fue condenado. Will Trent, un detective atípico, marcado por su pasado, se encargará de investigarlo, teniendo a su alrededor a Angie, policía de antivicio cuya relación con la prostitución les hará comprender mejor lo que está ocurriendo.

El número de la traición

 

He vuelto, después de muchos años, a Karin Slaughter. Creo que me he equivocado y he comenzado por el libro número tres de la saga Georgia.

El detective Will Trent, junto con su compañera Faith Mitchell, se encuentran con un truculento crimen, pues aparece una mujer atropellada con signos evidentes de haber sido torturada salvajemente. Las pistas son escasas, y además se encuentran con trabas por parte de los policías que llegaron en primer lugar a la escena del crimen. Pero Will Trent no se rinde, y en los alrededores encuentra a otra mujer, muerta hace escasamente una hora, y la cueva donde alguien las mantuvo retenidas. Ambas mujeres son guapas, delgadas, y pronto comprueban que exitosas en su trabajo. Comienza la caza de un salvaje depredador que está buscando y atacando a mujeres con un perfil muy definido.

Kamchatka

 

Leí esta novela hace muchísimos años, coincidiendo con la maravillosa película que protagonizaron Ricardo Darin, Cecilia Roth y Matías del Pozo. Ahora la he releído y, desde la perspectiva veinte años después, le he sacado más jugo.

Son los primeros tiempos de la dictadura militar en Argentina, en 1976, y una familia (matrimonio joven con dos hijos de cinco y diez años) se ven obligados a desaparecer, ocultando su identidad. El libro está narrado desde el punto de vista del hijo mayor (nombre ficticio Harry). Un niño normal, con sus amigos del colegio, con sus preocupaciones de niño de diez años: Superman, Los Invasores, el TEG… Precisamente el TEG, un juego de mesa argentino que supongo es parecido al RISK que aquí conocemos, tiene un papel crucial en la historia, principalmente darle nombre a la novela.

Harry se adapta como puede a su vida en una casa que no es la suya, sin sus juguetes, sus ropas ni sus rutinas, pues sus padres se ven obligados a salir corriendo sin mirar atrás. Es un niño muy responsable y como tal se hace cargo de su hermano. En su escondite, halla un libro de Houdini, que se convertirá en su hobby y su pasión, convencido de que se convertirá en un escapista. Comparte con su padre la afición por el TEG, juego de estrategia en el que la península de Kamchatka se convertirá en símbolo de resistencia y en el mejor recuerdo que este le dejará.

Maravillosa novela y maravillosa película que trataré de ver de nuevo.

Los crímenes del glaciar

Unos turistas están disfrutando del glaciar Viedma, situado en la Patagonia, montados en un barco y haciendo fotos. De repente, dentro del glaciar aparecen los restos congelados de dos hombres que llevan allí, una vez analizados por la policía, aproximadamente treinta años. La antigua inspectora Laura Badía, a la que ya conocí en El coleccionista de flechas, está apartada temporalmente del cuerpo y reside en El Chaltén, localidad más cercana, pero su instinto no ha mermado.

Apenas dos años después, un joven barcelonés hereda el céntrico hotel de la localidad que lleva treinta años cerrado. Su tío, del que no ha oído jamás hablar, se lo ha dejado, pidiéndole a su vez que esparza sus cenizas en una laguna cercana. Allá se dirige, sin sospechar que ha heredado un hotel y también un enorme enigma sobre su familia.

Una estupenda novela de Cristian Perfumo, del que seguiré leyendo, aunque el problema es que cuanto más leo, más ganas tengo de ir a la Patagonia. Y está muy lejos…

El coleccionista de flechas

 

No había leído nada de Cristian Perfumo, pero sí había oído hablar de sus novelas, ambientadas en la Patagonia argentina. Este es un lugar al que acabaré viajando, porque siempre he querido ver el Perito Moreno, y Argentina es un país que me encantaría conocer.

Me declaro una ignorante total en el asunto que en la novela se trata: las puntas de flechas. Debe haber miles de tipos, de diversos materiales, colores, tamaños… Son objeto de estudio y de coleccionismo, y como cualquier objeto de este tipo, susceptible en convertirse en material de contrabando, ventas ilegales y expolios.

Un hombre aparece muerto y torturado en su casa en Puerto Deseado, un pueblo de la Patagonia, y cerca de su cuerpo aparecen restos de vidrio y una preciosa punta de flecha. Cuando la inspectora Laura Badía comienza a investigar, descubre que esta punta forma parte de una colección legendaria que nadie ha visto en las últimas décadas.

La inspectora es una mujer a la que no le importa saltarse las reglas para conseguir la verdad a la hora de su investigación, y pronto comenzarán las dificultades. La trama se desarrolla con soltura, y en conjunto es una novela muy bien hilada, que ha ganado el premio literario de Amazon.