viernes, 5 de abril de 2013

El hombre de San Petersburgo



Una novela histórica de Ken Follett donde el autor da lo mejor de sí mismo. Es el Follett anterior al mundo de las catedrales (con toda mi devoción para Los pilares de la Tierra). Es el Follett capaz de convertir a un anarquista asesino y terrorista en un hombre por el que podemos sentir compasión.
Es una historia basada en la casualidad. ¿Y por qué no? Un escritor puede tomarse licencias. Hace diecinueve años, Félix era un joven anarquista de San Petersburgo que se enamoró de Lydia, joven aristócrata, manteniendo ambos un tórrido romance. Cuando fueron descubiertos, Lydia fue obligada a casarse con un aristócrata inglés para alejarle de su amante.
En vísperas de la I Guerra Mundial, el marido de Lydia es el interlocutor en una serie de conversaciones para formar una alianza entre ingleses y rusos. El príncipe Orlov, pariente suyo por parte de su esposa, es la otra parte. La mejor manera de interrumpir esas negociaciones, y quizá evitar la alianza, es el asesinato de Orlov. En este momento vuelven a cruzarse los caminos de Lydia y de Félix, el anarquista ya convertido en asesino terrorista.
Pero las emociones son mucho más complejas, las alianzas y las traiciones se suceden dentro de la familia, y la hija de la familia, Charlotte, una jovencita muy despierta, será quien más sorpresas produzca.
Una joya de la literatura de suspense, mezclado con una buena dosis de historia de principios del siglo XX. 

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