domingo, 27 de diciembre de 2015

Desde el jardín


La historia parece ridícula. Un hombre analfabeto pero atractivo físicamente, que no ha salido jamás de la casa que lo acogió siendo niño y donde ha trabajado únicamente como jardinero, ve como su existencia da un vuelco cuando muere el anciano que era su benefactor. Por primera vez sale a la calle, vestido con las ropas del anciano, y casi de inmediato es atropellado. Imitando lo único que conoce (lo que ha visto en la televisión) actúa con corrección, siendo invitado a instalarse en casa de quien lo atropelló.
A partir de ahí, nuestro hombre adopta una identidad (pues no tiene), y conversando siempre con frases que para él son muy claras y referentes al jardín y a la naturaleza, todos los que a él se acercan ven dobles sentidos e inteligentes afirmaciones. Poco a poco, va acercándose al mundo empresarial americano, incluyendo al Presidente y a altos cargos de la Administración, siendo citado por ellos como un visionario.
Una maravillosa e hilarante historia que nos puede hacer recapacitar sobre la simplicidad de la economía o la política actuales.

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