sábado, 23 de noviembre de 2019

No estás sola



Dejé al comisario Knutas y a su compañera Karin hace ya un tiempo, en su idílica isla de Gotland (a la que no descarto viajar en algún momento de mi vida). El comisario Knutas, en un momento trágico de su vida, que desembocaría en una grave depresión, de la que ni siquiera el inicio de su relación sentimental con Karin, compañera de siempre, le apartaría.
La historia comienza con la desaparición de una niña de tres años, Vilma, una mañana de septiembre, del trabajo al que había acompañado a su madre. No hay ninguna pista y sorprendentemente, la niña aparece en perfecto estado tres días después. La policía no tiene ninguna pista, y Karin, quien lleva el caso, no hace avances.
Unos días después, desaparece otra niña en un mercadillo de sábado. En medio del gentío, su madre la pierde de vista y no vuelve a verla. Cuando la madre aparece muerta un día después, el principal sospechoso es su marido, con antecedentes por alcoholismo y violencia. Pero esa no es la realidad, pues sospechamos que detrás hay algo más, una historia de soledad…
Mientras tanto, Karin y Knutas van afianzando su relación, pero el comisario Knutas comienza a detectar pequeñas casualidades (¿o no?) que le hacen pensar que alguien le está siguiendo y metiéndose en su vida. La novela acaba de manera insólita, y estoy deseando comenzar la duodécima entrega de estos crímenes en Suecia.

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