Elisabet Benavent vuelve a entretenernos con una novela de treintañeros. Una joven, heredera de un imperio hotelero, así como vicepresidenta de la empresa, se va a casar. Pero unos minutos antes sufre un ataque de pánico y sale corriendo.
Este es el comienzo de una historia que
podría haber sido el cuento perfecto, pues su novio es un excelente hombre, que
la quiere, la cuida. Pero ella no se considera merecedora de tanta felicidad.
Tras darse con él un verano de margen para pensar, decide viajar a Grecia ella
sola, pero circunstancias varias le hacen llevarse con ella a un chico más joven
que ella, con el que ha entablado una buena relación amistosa. ¿Cómo acabará la
historia? Pues como decida el lector. Al fin y al cabo es un cuento.
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