sábado, 21 de enero de 2012

Amanecer


Se acabó la saga “Crepúsculo”, de Stephenie Meyer. Esta última entrega, al menos, vuelve a la socorrida y siempre emocionante lucha del bien contra el mal. Siempre que consideremos que algunos vampiros son buenos, y éstos de la familia Cullen lo son.
Meyer riza el rizo de lo inverosímil creando una criatura semihumana como fruto del amor entre la protagonista, Bella, y su entronizado Edward. Proteger a esta niña del mal que la acosa es la trama de esta novela.
Una vez terminada la cuatrilogía vampírico-lobuna, puedo decir que ni me ha apasionado ni ha llegado siquiera a intranquilizarme. Será que los vampiros no son lo mío…

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