domingo, 19 de julio de 2015

Alex


Ya me ocurrió con Pierre Lemaitre hace un tiempo, cuando leí Vestido de novia. Y me ha vuelto a ocurrir. Qué desazón. Qué buen libro, pero qué angustia. En esta ocasión, no durante todo el libro, pero sí durante la primera parte.
Una joven es secuestrada en plena noche, en una calle de París, y únicamente hay un testigo del rapto. Nada más. Ni denuncia durante muchos días, ni ninguna pista de quién puede ser la mujer. Sólo se sabe que es muy guapa.
La historia se cuenta desde dos puntos de vista, y van alternando los capítulos. Por un lado, la policía, investigando la desaparición y con muchos problemas para encontrar indicios. Por otro lado, la joven raptada, encerrada en una caja y rodeada de ratas, con su secuestrador que sólo quiere verla morir. Como ya he dicho antes, angustioso totalmente.

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