sábado, 25 de mayo de 2019

Cucarachas



La segunda entrega del detective noruego Harry Hole transcurre en Thailandia. El embajador de Noruega en este país ha sido encontrado muerto en una habitación de motel, y más concretamente en un motel de prostitución. El caso puede ser muy escandaloso, pues el embajador es gran amigo del primer ministro noruego y en caso de descubrirse algo escabroso, puede salpicarle.
Desde Noruega envían allí a Harry Hole, nuestro detective errante, quien se encuentra en un momento de su vida en el que es medianamente operativo, pues solo se emborracha por la tarde, y consigue mantenerse sobrio durante la jornada laboral. No consigue olvidar el papel que jugó en el caso de Australia, en la primera entrega, ni olvida a Birgitta, la joven que allí le fascinó y acabó asesinada. ¿Por qué enviar a Hole, quien al fin y al cabo no está en su mejor momento? Buena pregunta.
Una vez en Bangkok, Harry comienza con sus pesquisas de la mano de una inspectora de policía de origen americano y de la segunda de a bordo en la embajada noruega. Va comprendiendo poco a poco al difunto embajador, su entorno familiar, sus gustos sexuales y su desgraciada existencia, en conjunto. Y va comprendiendo también o que ocurre con su esposa, el amante de ésta, su hija y sus vicios.
Como suele ocurrir, Harry Hole se verá en una situación límite de la que esperamos, saldrá airoso. Sobre todo porque no es la última novela que protagoniza…

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