sábado, 19 de mayo de 2012

El valle de los caballos


La vida de Ayla, criada por el Clan del Oso Cavernario, siendo ella de una raza diferente (Cro-magnon en lugar de Nandertal), continúa con sus avatares por las tierras de los glaciares. La mitad del libro aproximadamente transcurre en la soledad del Valle de los Caballos. Allí, durante tres años, Ayla vive con la única compañía de los animales a los que domestica sin usar más que su intuición de curandera y cuidadora: su yegua y su leoncito cavernario.
Mientras tanto, el compañero que sospechamos finalmente hallará a Ayla, Jondalar de los Zelandonii, viaja por otros lugares de ese frío mundo. Conoceremos las costumbres de los pueblos del río y las aventuras que correrá junto con su hermano. Finalmente, la casualidad o quizá el destino lo pone en el camino de Ayla, quien le salva la vida.
Jondalar enseñará a Ayla a hablar como su especie, pero Ayla le enseñará a él muchas otras cosas sobre la fortaleza y, finalmente, sobre el amor.

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