Una novela juvenil cuya historia es
la siguiente: Thomas es trasladado, no sabe cómo ni por qué ni por quién, al
Claro. No tiene memoria y sólo recuerda su nombre. El Claro es un recinto
cerrado donde viven los clarianos, jóvenes varones adolescentes. El recinto se
cierra por unas puertas por las noches, con el fin de impedir la entrada de los
laceradores, un cruce entre animal y máquina que puede despedazar o “picar”.
Los clarianos son inteligentes y
se han organizado de tal manera que la vida en el Claro es tolerable, pero no
renuncian a salir de allí. Pero Thomas llega, y al día siguiente, contra todo
pronóstico, llega Teresa. Por primera vez, una chica. Este es el desencadenante
que los clarianos necesitan para hacer un último intento y escapar de una prisión en la que se
encuentran sin saber por qué.
En la línea de “Los juegos del
hambre”, una buena novela de corte juvenil, entretenida y de la que espero, harán
una buena película. Es una trilogía, así que aún me quedan dos por leer…
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