miércoles, 6 de agosto de 2014

La ladrona de libros


Esta maravillosa novela narra una historia con la originalidad de que la narradora no es la protagonista, ni una persona anónima. No, la narradora es la muerte. Y la muerte tiene mucho que decir en el lugar y el momento narrado.
Liesel es una niña alemana cuya madre no puede hacerse cargo de ella cuando está a punto de estallar la II Guerra Mundial. Es entregada a una familia adoptiva, en principio junto con su hermano, pero éste muere durante el viaje. Tras su entierro, Liesel roba su primer libro y se convierte, según la muerte, en una ladrona de libros.
Liesel se adapta a una vida medianamente feliz en su hogar de acogida, en un pueblecito en los alrededores de Munich. Sus padres son cariñosos y amables, los niños del vecindario en seguida la aceptan, y comienza a ir al colegio. Siente fascinación por la lectura, y aprende a leer con la ayuda de su libro robado y de su padre.
Comienza la guerra, y sus padres comienzan a pasar penurias, pero no por eso dejan de ser buenas personas, llegando incluso a acoger a un joven judío en su sótano. Las peripecias de Liesel, siempre ayudada por su buen amigo Rudy, junto con las de su familia y amistades, son narradas desde un punto de vista ingenuo y tierno que hace esta novela adecuada para todas las edades.

Ahora bien, el berrinche final está garantizado… Es muy difícil que la vida de una niña alemana en esa época acabe todo lo bien que hemos esperado.

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