lunes, 25 de septiembre de 2017

Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego III)


Está claro que en la saga de Canción de hielo y fuego no hay intocables. Esta tercera entrega comienza con demasiados reyes, pero van cayendo poco a poco. Por un lado Renly Baratheon, atractivo aspirante al título, morirá en extrañas circunstancias siendo testigo de ello Catelyn Stark y Brienne de Tarth, quien asumirá un papel muy destacado a lo largo del libro. Por otro lado nuestro Rey en el Norte, Robb Stark, capturará a Jaime Lannister, el Matarreyes, pero su madre le dará la libertad a cambio de la promesa de traerle a sus hijas sanas y salvas. El Matarreyes perderá en el camino la mano de la espada, y aprenderemos a apreciarle al conocerle un poco mejor.
Brandon y Rikkon parecen haber sido asesinados por Theon Greyjoy, pero todo será una farsa tramada por este último para no reconocer su fracaso. Bran y Rikkon se separarán, y Brandon se dirige al Norte, más allá del Muro, guiado por sus sueños. En el Muro hay muchos problemas, los Otros han vuelto, y son espectros imposibles de matar salvo con fuego o vidriagón, y los salvajes se aprovechan de la debilidad de los defensores para atacar la última defensa de los Siete Reinos. Sólo el valor y el saber hacer de Jon Nieve seráncapaces de frenarlos.

El Rey en el Norte, Robb Stark, será incapaz de ver la traición en su vasallo Frey, y morirá en una espectacular boda roja. También Morirá Catelyn, su madre, su lobo, así como las esperanzas del Norte. Sansa Stark ha sido casada contra su voluntad con Tyrion, quien también manifiesta rasgos de bondad, y Arya Stark vaga por esos mundos intentando encontrar a alguien de su cada vez más escasa familia… Y al otro lado del Mar Angosto, Daenerys Targaryen se hace fuerte a la vez que sus dragones van creciendo y ella conquista territorios.

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