jueves, 26 de julio de 2018

Fariña



Desde que “secuestraron” este libro andaba yo con ganas de leerlo. Como he tenido ocasión, a ello me he puesto.
Fariña deja un regusto amargo tras finalizarlo. Es un recorrido por la historia del contrabando en Galicia, contrabando perfectamente comprensible durante la posguerra, en una época en la que en Galicia no había de nada y en Portugal había de todo. Los canales de mercancías fueron mejorando, y de ahí al salto al contrabando de tabaco hubo apenas un paso.
El contrabando de tabaco no se ha considerado (en Galicia ni en España) como un delito, socialmente hablando. Al fin y al cabo, está casi casi en el ADN del españolito medio la idea de que ahorrarse unos impuestos es lo lógico y normal, y que si no, eres tonto. Por tanto, quien se dedicó al tabaco (y se enriqueció) en los años ochenta era considerado un gran hombre.
De ahí al narcotráfico hay simplemente un paso más. Los gallegos tienen montado un sistema de transporte del mar a tierra que es envidiable, y se ha perfeccionado con el paso de los años. En su momento con la connivencia de las autoridades, y actualmente perseguido por ellas, el narcotráfico sigue existiendo y, tras leer este libro, temo que nunca acabaremos con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario