No había leído nada de Theresa Révay,
y esta novela no ha sido un mal comienzo. La historia es una historia de aristócratas.
Aristócratas previos a la I Guerra Mundial, ingleses y franceses, preocupados
por las apariencias y por no salirse nunca de la norma. Como protagonistas, la
familia Rotherfield. El mayor, Julian, un joven que se casa con quien debe (un miembro
de la aristocracia, como él) y no con quien quiere: la hermosa aviadora
americana May. Evangenline, rebelde y sufragista, acabará enamorándose de un
católico francés. Edward es también aviador, divertido, amable y querido por
todos, pero un jugador que no salda sus deudas, y acabará casándose con la
encantadora plebeya Matilda. Y por último, Victoria, obediente y formal, que se
casará con Percy, su amor de la niñez, sólo para comprobar cómo la guerra
destroza su vida…
La caída de una forma de vida es
lo que se retrata en esta novela, cuando las normas sociales desaparecen para
que la muerte y la aflicción inunden la vida de los protagonistas.