miércoles, 30 de octubre de 2013

¿Se lo decimos al presidente?


Jeffrey Archer, como casi siempre, logra una trama totalmente hilada y bien resuelta en esta novela que transcurre a lo largo de una semana. En esta ocasión, la situación internacional es diferente a la actual, con un Kennedy en el sillón presidencial a principios de los años ochenta, que tiene la oposición de un cierto sector del Senado debido a su interés por implantar un mayor control en la tenencia de armas. Algo parecido a lo que sucede ahora, es un tema nunca resuelto en los Estados Unidos.
Un camarero, inmigrante ilegal, descubre accidentalmente una trama para matar al presidente en la que está implicado un senador. Cuando trata de informar al FBI, sólo consigue hablar brevemente antes de ser asesinado. Los conspiradores creen que silenciando a dos miembros de esta entidad, el FBI, estarán a salvo. Pero no cuentan con el joven protagonista de la historia, que a lo largo de una semana y bajo la única supervisión del director del FBI, descubrirá la trama e impedirá el asesinato, a la vez que se enamora de la hija de uno de los principales sospechosos.

Como he dicho antes, una historia ágil, entretenida y muy bien terminada. 

sábado, 26 de octubre de 2013

El abuelo que saltó por la ventana y se largó

Me habían recomendado este libro como un libro absurdo y divertido. Estoy totalmente de acuerdo. La historia, efectivamente absurda, es la siguiente: un señor que cumple cien años se fuga ese mismo día por la ventana de la residencia de ancianos donde vive. Se dirige a la estación de autobuses y entonces empiezan a suceder cosas, comenzando por la oportunidad de llevarse una maleta de un joven maleducado. Se la lleva, y la maleta está llena de dinero, y una cosa lleva a otra, y se refugia en casa de un desconocido, y el comisario les persigue, y se ven obligados a cometer algún crimen para escapar… Todo absurdo, como la aparición de un elefante en la historia, pero todo perfectamente hilado y haciendo comprender al lector que la vida es así y no podían actuar de otra manera.
La historia va saltando del pasado al presente, y a la vez vamos conociendo la historia de Allan, nuestro atípico protagonista, un niño sueco casi analfabeto y obsesionado con los explosivos, de hecho experto en explosivos. El niño crece y le pasan cosas, y él va tomando decisiones, o dejando que la vida las tome por él, que le llevan a comer, cenar o tomar café con una serie de líderes mundiales que van desde Franco hasta Stalin pasando por Harry Truman o Johnson.

Una historia rocambolesca, absurda, divertida y genial para pasar buenos ratos y hasta echar unas carcajadas.

jueves, 24 de octubre de 2013

Anatomía de un instante


Un instante. ¿Qué instante? Curiosamente, el instante en el que el día 23 de febrero de 1981, en el Congreso de los Diputados, Tejero irrumpe con otros guardias civiles y ordena a los allí presentes echarse al suelo. Todos obedecen, todos salvo tres. Uno es Santiago Carrillo, otro es Gutiérrez Mellado. Y otro es Adolfo Suárez, presidente del gobierno en ese instante, aunque se estaba votando la investidura de su sucesor.
Adolfo Suárez negándose a esconderse bajo su escaño es la imagen que Javier Cercas utiliza para relatar los hechos que acaecieron antes, durante y después del 23-F. No es una novela, no. Es una historia bien hilada que no especula, que simplemente cuenta  hechos, cuenta lo que ocurrió aquella noche. Cuenta lo que ocurrió tras la muerte de Franco, cuenta los primeros tiempos tras su desaparición, cómo llegó al poder Suárez y cómo desbarató el sistema político franquista convirtiéndolo en un sistema de monarquía parlamentaria. Y cómo el descontento que su gestión generó, desembocó en el intento de golpe de estado.

Toda la vida oyendo hablar del 23-F (yo tenía nueve años cuando ocurrió) y por fin, creo que he entendido quién era quién en aquel Madrid convulso del año 81.

lunes, 14 de octubre de 2013

No te escondo nada


Definitivamente, la literatura erótica no es lo mío. Después de haberme leído las 50 sombras de Grey y decidir no seguir con la trilogía, cayó en mis manos esta novela de Sylvia Day, que se ha vendido estupendamente, siendo también el primer tomo de la trilogía Crossfire.

Pero no. Aunque Eva, la protagonista del libro, me cae incluso bien, y Gideon, el protagonista masculino, no es un ser despreciable como podría haber llegado a serlo, la historia no es creíble. La sexual puede que sí, por qué no, pero el resto es totalmente fantasioso. La gente no es ni tan guapa ni tan rica, ni les pasan cosas tan malas en la infancia como para arrastrar tanto trauma infantil. Y las escenas sexuales, la verdad, leída una, leídas todas. En el sofá, en el suelo, en la cama… 

sábado, 12 de octubre de 2013

Las leyes de la frontera


Javier Cercas nos adentra en la España del 78. En concreto, en la vida de una pandilla juvenil (la “basca”, la llama él) a lo largo de un verano, en una Gerona postfranquista. El papel del Zarco, líder indiscutible de la banda, es narrado desde el punto de vista del Gafitas, adolescente sufridor de acoso por parte de sus hasta entonces amigos. El Gafitas se une, sin saber bien cómo, a la pandilla de delincuentes que casi a diario comete algún robo. Primero serán tirones, luego desvalijamientos de casas vacías, para dar finalmente el salto al atraco a mano armada en tiendas y sucursales de banco. El Gafitas se ve inmerso en esta vida atraído principalmente por Tere, quien parece ser la pareja del Zarco pero también tiene otras relaciones, a veces con el propio Gafitas.
Todo sale mal, no podía ser de otro modo, y únicamente se salva de la quema el propio Gafitas, abogado en los años 90 y defensor del Zarco en su última oportunidad para reinsertarse.

La novela es ágil y se lee con facilidad. Pero me ha faltado algo. En concreto, identificarme con alguno de los protagonistas de la historia. No he conseguido sentir simpatía por ninguno de ellos, ni siquiera, casi, compadecerme del Zarco, pobre desgraciado idolatrado por la masa, que no fue capaz de vivir en libertad. 

jueves, 10 de octubre de 2013

Dispara, yo ya estoy muerto


La escritura de Julia Navarro no es santo de mi devoción. Las historias no son malas, y en esta ocasión las desventuras y penalidades de los judíos que emigraron a principios del siglo XX a Palestina eran casi desconocidas para mí, y por tanto interesantes. Pero los diálogos son forzados, y los personajes no son creíbles. Aún así, esta última novela me ha servido para saber algo más sobre los años en los que se gestó la creación del estado de Israel, con todos los sinsabores y las desgracias que acarreó.

La novela trata también de retratar con fidelidad la amistad que existe entre dos familias residentes en Palestina. La de Ezequiel Zucker, descendiente de un judío ruso, y la de los Ziad, musulmanes residentes en Palestina desde siempre. Pero no acaba de convencer, aunque entiendo que muchas de esas amistades existieron, y todas ellas se vieron obligadas a desaparecer por circunstancias políticas ajenas a su afecto a través de los años.