Víctor del Árbol no me
decepciona nunca. En esta ocasión, todo comienza con el atropello de una joven
anónima en Lanzarote. Un policía al borde del retiro ha sido degradado hace
poco hasta la isla, y empieza a detectar algunas cosas extrañas en dicho
atropello, cosas que pueden indicar que no fue un accidente sino un intento de
asesinato.
La trama nos llevará a otra
historia, algunos años atrás, en la que un grupo de policías se vio involucrado
y manipulado por las altas esferas de los negocios, en manos de algunas
personas que creen estar por encima del bien y del mal. Y que, de hecho, ejercen
su supuesto derecho a no respetar norma alguna.
Quiero creer que la historia
es ficticia, pues me costaría mucho trabajar pensar que pueden haber ocurrido
hechos como los que se narran. Tengo una mejor visión de la condición humana.