Esta es una historia de personajes desgraciados. Comenzando
por Germinal Ibarra, inspector de policía que arrastra un pasado espantoso con
una niñez marcada por un padre loco. Seguimos con Eva Mahler, mujer de la alta
sociedad cuya madre también fue una enferma mental, y cuyos fantasmas
reaparecieron cuando su hija, Amanda, fue asesinada.
Eva, o Paola, como se hace llamar en el pueblo de
Galicia donde se esconderá, trata de escapar de una vida de excesos para
olvidar su drama, en el que tuvo un papel importante Ibarra, con quien volverá
a encontrarse. El resto de los personajes son Dolores, una desgraciada mujer
cuya hija Martina desapareció hace diez años; Mauricio, un anciano argentino
cuyos fantasmas tienen que ver con la culpa y el remordimiento tras la
dictadura argentina; Daniel, el nieto de Mauricio huérfano de padre, madre y
hermano mayor cuya cabeza tampoco funciona muy bien; Carmela, la esposa de
Ibarra, siempre angustiada por el hijo de ambos, Samuel, que padece un síndrome
sin solución.
No hay personajes dichosos en esta novela, y por
eso quizá, aún tejiendo una historia completa con un final que no podía ser
otro, deja un regusto amargo. Prefiero los finales felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario