Silvia es una joven simpática, guapa y lista que
trabaja en asuntos informáticos en una empresa. Tiene una madre, dos hermanos y
varias amigas, en particular una, que se preocupan por ella y con quienes
mantiene buenas relaciones.
La historia va por capítulos, alternando
historias. Por una parte, hace aproximadamente dos años, cuando Silvia entró en
la empresa, se fijó en su jefe, Álvaro, que le pareció guapísimo. Tardó unos meses
en surgir algo, pero finalmente se estableció una relación primeramente basada
en el sexo, que acabó cuajando en algo que duró dos años.
Por otra parte y alternando capítulos, la Silvia
post-Álvaro es una joven desgraciada a la que su amor dejó. Tiene que seguir viéndole
a diario, y en un fin de semana de amigas conoce a Gabriel, un joven cantante
de éxito con el que surgirá una relación de amistad que puede convertirse en
algo más.
La historia tiene su intriga al saber que la
historia se rompió, a la vez que vamos viendo cómo se construye. Un relato bien
hilado, donde no podemos evitar sentir simpatía por Silvia, una joven que al
fin y al cabo sólo pretende amar y ser amada, aunque a veces resulte
excesivamente alocada.
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