sábado, 28 de julio de 2018

Intuición


Novela corta (aproximadamente 70 páginas) y mi primer contacto con Karin Slaughter, al menos que yo recuerde. La leí en un par de horas, y el argumento es muy sencillo: un agente del FBI está de guardia en los servicios del aeropuerto, con el fin de detectar prostitución, cuando la actitud de una niña de seis o siete años le hace sospechar del adulto que la acompaña.
A partir de ahí, la intuición le hace seguirlos, pues la infelicidad de la niña es evidente, aunque siempre con los reparos que él mismo tiene. ¿Una niña triste es suficiente razón para movilizar todos los servicios policiales del aeropuerto? Para él sí, y finalmente todo se convertirá en una carrera contrarreloj con el fin de salvar a la niña de una rede de pederastas.
Relato rápido y adictivo. Leeré más de esta autora.

viernes, 27 de julio de 2018

La desaparición de Stephanie Mailer



Stephanie Mailer es una joven periodista que anda a la caza de un gran reportaje, y quizá de un libro. Cuando llega a Orphea llega con esa intención, y se centrará en un cuádruple crimen sucedido (y en principio, solucionado) hace veinte años. Cuando se acerque a hablar con el policía, ya casi retirado, que cerró el caso, y le cuente sus sospechas, éste no la creerá. Pero cuando inmediatamente Stephanie desaparece, entenderá que algo de verdad puede haber, y se pondrá a ello con la ayuda de su compañero de investigaciones.
Según van pasando los días, las cosas extrañas se van acumulando: alguien entra en el piso de Stephanie, y poco después aparece su cadáver en los alrededores de un lago. Todo parece tener que ver con el Festival de Teatro que se celebra anualmente en Orphea, y que se inauguró justamente el día del cuádruple asesinato. ¿Podrán los dos policías, tantos años después, resolver el misterio?
Gran novela de Joël Dicker, en la línea de La verdad sobre el caso Harry Quebec. Engancha, con personajes perfectamente creíbles y con los que empatizamos desde el principio.

jueves, 26 de julio de 2018

Fariña



Desde que “secuestraron” este libro andaba yo con ganas de leerlo. Como he tenido ocasión, a ello me he puesto.
Fariña deja un regusto amargo tras finalizarlo. Es un recorrido por la historia del contrabando en Galicia, contrabando perfectamente comprensible durante la posguerra, en una época en la que en Galicia no había de nada y en Portugal había de todo. Los canales de mercancías fueron mejorando, y de ahí al salto al contrabando de tabaco hubo apenas un paso.
El contrabando de tabaco no se ha considerado (en Galicia ni en España) como un delito, socialmente hablando. Al fin y al cabo, está casi casi en el ADN del españolito medio la idea de que ahorrarse unos impuestos es lo lógico y normal, y que si no, eres tonto. Por tanto, quien se dedicó al tabaco (y se enriqueció) en los años ochenta era considerado un gran hombre.
De ahí al narcotráfico hay simplemente un paso más. Los gallegos tienen montado un sistema de transporte del mar a tierra que es envidiable, y se ha perfeccionado con el paso de los años. En su momento con la connivencia de las autoridades, y actualmente perseguido por ellas, el narcotráfico sigue existiendo y, tras leer este libro, temo que nunca acabaremos con él.

miércoles, 25 de julio de 2018

Los santos inocentes



Algunas veces me doy cuenta de que leo y leo mucho, pero hay clásicos que apenas he tocado. Por eso decidí, tras una conversación acerca de esta novela (y la película), que no podía pasar más tiempo.
No pienso hablar sobre la maestría de Delibes, pues obviamente me quedaría corta. Hablaré simplemente del argumento de esta cortísima novela que devoré en una tarde.
Estamos en plena época franquista, en un pueblo perdido de España, donde hay un señorito al que le gusta cazar y que es el poseedor de las tierras. Hay un administrador de todo, con una hermosa y coqueta mujer. Y hay labriegos, labriegos desgraciados, que son los verdaderos protagonistas de la novela. En concreto, la familia de Paco el Bajo, un hombre bueno y servicial que quiere siempre contentar a su señorito. Su esposa, Régula, una mujer que vive para trabajar y cuidar de su familia: su hermano Azarías, un deficiente que, tras ser despedido de la finca en la que estaba, se traslada a vivir con Régula; sus dos hijos varones; su hija Nieves, guapa y hacendosa; y la Niña Chica, una hija que no se vale por sí misma y a la que hay que cuidar permanentemente.
El drama se espera, pues no se puede esperar otra cosa de la vil situación (mirado desde la distancia que dan cincuenta o sesenta años) en la que vivían estos labriegos, siempre serviciales y siempre esperando la aprobación de su señorito.

martes, 24 de julio de 2018

Siempre el mismo día



Novela que yo esperaba fuera típicamente romántica, pero finalmente ha sido algo más.
El argumento comienza con dos jóvenes recién licenciados que pasan la noche juntos, en plan amigos, no amantes. A raíz de ahí, inician una amistad que se prolonga a lo largo de los años, remitiéndonos siempre al mismo día del mes de julio.
Ella es idealista, le interesa la cultura, quiere ser escritora. De hecho, a lo largo de los años trabaja como profesora de teatro y acaba cumpliendo su sueño de escribir novelas. Él es bastante estúpido, para qué engañarse, un niño bien que nunca ha tenido que luchar por nada, y acaba entrando en una espiral de éxito televisivo (obviamente efímero), mujeres, alcohol y drogas.
A lo largo de los casi veinte años vemos la evolución de la amistad, y cómo, a pesar de la distancia, de las circunstancias personales de cada uno de ellos, incluso de la idiotez supina de él, se va prolongando y afianzando en cada uno de ellos lo que ya de jóvenes se veía venir.

domingo, 22 de julio de 2018

Nuestra casa en el árbol



Esta es una historia muy optimista. A priori, podría parecer lo contrario, pero en seguida nos convencemos de que estamos ante un relato de superación y un canto a la vida, y a la vida libre.
Ana es una joven que queda viuda con tres hijos de cuatro, cinco y seis años. Ante el trauma que supone la pérdida de su esposo, junto con las dificultades que atraviesan sus hijos en el colegio (unos niños muy listos y muy desmotivados), toma la decisión de abandonar España e irse a una zona en la costa de Inglaterra, donde su marido tenía una pequeña propiedad heredada. Allí, pone en marcha una casa de huéspedes (un bed & breakfast) y se dedica a criar a sus hijos en libertad.
Las conversaciones que mantiene con sus hijos, verdaderamente talentosos, son el fondo del libro. Como acompañamiento, tenemos a varios personajes tales como Jim, un vagabundo con el que entablan una gran amistad y que será el responsable a su muerte de que vuelvan a casa, un pretendiente de Ana y el mejor amigo de su esposo, un ser libre que acabará enamorándose perdidamente de ella y de sus hijos. Y como eje vertebrador, la casa en el árbol que quiere construir para sus hijos, una casa que acaba convirtiéndose en símbolo de algo más que de un simple entretenimiento para ellos. 


jueves, 19 de julio de 2018

La química del odio



La segunda entrega de las investigaciones de la inspectora jefa de la Policía Ana Arén da un giro respecto a lo que leímos en No soy un monstruo. Si en aquella ocasión se dedicaba a Menores, en esta ha sido “degradada” a Homicidios. Y tras una baja prolongada, debida a cómo acabó todo en el relato anterior, se incorpora a su puesto la mañana de Nochebuena.
Lo primero que se encontrará será a una joven de la jet-set con título nobiliario por matrimonio, asesinada en su casa. No parece posible que nadie haya entrado ni salido de su casa, de manera que el misterio está servido.
Por otro lado, la noche del 31 de diciembre, pocas horas antes del cambio de año, un ascensor en un hospital se precipita y aparecen cuatro muertos en el hueco. ¿Accidente? ¿Homicidio? La inspectora, junto con su equipo, tendrá que investigarlo.
Por otro lado, la vida personal de la inspectora, su enemistad manifiesta con su antigua amiga Inés, la amistad ensombrecida con su antiguo subinspector Nori, su relación con Joan, su amigo hacker… todo tiene su importancia en esta segunda novela de Carme Chaparro. Hasta que, finalmente, demos con otro monstruo…

jueves, 12 de julio de 2018

Todo es mentira



Este es un libro contado de manera extraña, y  por eso cuesta trabajo encontrarle el sentido. De hecho, el sentido aparece cuando vas avanzando en la trama (o yendo para atrás).
La historia comienza (o acaba) cuando Jule (o quizá Imogen) está descansando tranquilamente en un resort, y es descubierta por una mujer que parece ser detective. Jule huye, y a partir de ahí comienzan los capítulos a desvelarse hacia atrás, cinco semnas atrás, tres meses atrás…
Así vamos desentrañando la amistad entre Jule, una pobre desgraciada, e Imogen, una rica heredera. La niñez de ambas, las mentiras, los amoríos, hasta que comprobamos que Jule es peligrosa, muy peligrosa. Y que su vida es una mentira, una sucesión de mentiras, y lo puede seguir siendo durante muchos, muchos años…

lunes, 9 de julio de 2018

La decisión de Nora



Nora es una joven de familia bien nacida en los años 30, en un pueblo andaluz, en el seno de una familia bien. Es la última hija de una familia con nueve hermanos varones mayores. Su madre es una mujer muy tradicional, y nadie le parece lo suficientemente bueno para ser pretendiente de su hija. Debido a esto, van pasando los años y Nora ve acercarse la treintena siendo el sostén de su madre.
Al cortijo de su familia llega un joven al que saca aproximadamente diez años, cuya niñez ha sido muy complicada, maltratado por su padrastro y criado por su abuela. Cuando sus ojos se cruzan, surge el amor entre los dos. Ahora bien, ¿se atreverá Nora a dejar atrás los convencionalismos, lo que se espera de ella? La decisión que tome marcará su vida sin lugar a dudas.
Esta es una historia real, narrada por la hija de los protagonistas, quien entendió que merecía ser contada y no ser olvidada. Y tenía razón.

viernes, 6 de julio de 2018

Lo que más quieres



Leí hace un tiempo otra novela de Louise Doughty, y me enganchó por completo. En esta ocasión, me ha ocurrido lo mismo.
La historia comienza con la desesperación de Laura, una joven madre divorciada. Su hija Betty, de nueve años, ha fallecido, y poco a poco vamos adentrándonos en su dolor hasta llegar a conocerla. Jugando con los tiempos (antes y después, siempre refiriéndose al accidente que segó la vida de Betty), vemos la niñez y adolescencia de Laura, su noviazgo, su decepción ante la infidelidad de su marido y su adaptación a su vida como madre divorciada de dos hijos. Y por supuesto, las horas previas al accidente y cómo se produjo. Todo esto, en el “antes”.
El “después” nos narra su vida desde el momento en el que aparecen dos policías en la puerta a comunicarle lo que ha ocurrido. Su desdén por el resto del mundo, por su seguridad, por su salud… dan paso a un ansia de venganza.
En esta novela intensamente psicológica esperamos continuamente que ocurra algo impactante. Y finalmente ocurre, claro que sí…

miércoles, 4 de julio de 2018

Una columna de fuego



La tercera y última entrega (por ahora, ignoro si Ken Follett seguirá con la saga) de Los pilares de la tierra, da un salto de doscientos años más, adentrándose ya en el siglo XVI. En esta ocasión, los protagonistas principales, la pareja alrededor de la que giran casi todos los personajes de la trama, son dos jóvenes residentes de Kingsbridge, Margery y Ned, descendientes de los héroes de las novelas anteriores. Su amor será imposible. Toda la trama gira en torno a las guerras de religión de este siglo, y Margery es católica, mientras que Ned es protestante.
Tienen un papel importantísimo en la novela personajes históricos de la talla de María Estuardo o Isabel I de Inglaterra, personajes que aparecen en su vida cotidiana.
La novela no se ciñe en esta ocasión a Kingsbridge, sino que discurre por toda Inglaterra, Escocia, Francia, los Países Bajos, España e incluso cruza el Océano Atlántico hasta llegar a América. Esta sucesión de escenarios y personajes puede dar lugar a perderse en alguna ocasión, y he de decir que, en general, esta última parte de la historia no me ha llenado ni me ha llegado como las dos anteriores. Supongo que es muy difícil crear personajes tan entrañables, pues aunque Margery es una heroína ejemplar, no llega a la altura de Aliena o de Caris. Y aunque Ned sea también un gran hombre, nunca será Jack ni Merthin.