domingo, 9 de septiembre de 2012

Harry Potter y el cáliz de fuego



En la cuarta entrega de Harry Potter, nuestro protagonista se ve inmerso en una competición entre tres escuelas de magia: Beauxbeatons (Francia) y Durmstrang (este de Europa). Sin pretenderlo ni haberlo solicitado, su nombre aparece en el cáliz de fuego, quien le obliga a participar en el torneo de los Tres Magos. Tras pasar por duras pruebas (esquivar a un dragón para conseguir su huevo, salvar del fondo marino a su amigo Ron y a alguien más) llega la prueba final, un laberinto plagado de peligros.
En el final, mágico y sorprendente, Harry consigue empatar con Cedric Diggory y llegar a la meta conjuntamente. Pero la trampa de Voldemort está servida, y la resurrección del malvado mago vendrá de la mano de la sangre de su enemigo: Harry.

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