Tormenta de espadas es la tercera entrega de
la saga Canción de hielo y fuego. La
historia continúa y los personajes, como siempre, aportan su particular punto de
vista. La Guerra de los Cinco Reyes continúa, Stannis Baratheon trata de tomar
Desembarco del Rey y no podrá gracias a la previsión e inteligencia de la Mano
del Rey (Tyrion Lannister el enano), y la llegada providencial de las tropas de
ser Tywin Lannister. Stannis tendrá que huir pero no se rendirá, Tyrion sufrirá
un intento de asesinato inducido por su hermana Cersei y perderá su cargo de
Mano del Rey. Sansa Stark se verá libre de su compromiso con el inestable,
caprichoso y por qué no, malvado Joffrey, para ser obligada a casarse con
Tyrion.
Es peligroso casarse
en los Siete Reinos. Robb Stark es asesinado durante el banquete de bodas de su
tío Tully, y su madre Catelyn tampoco sobrevive a esa sangrienta boda. Poco
después, Joffrey es envenenado en su propia boda con la viuda de su tío Renly,
sien do evidente que George R. R. Martin no permite que nadie viva a
perpetuidad. Tras estos sucesos, Sansa escapa y se refugia en el Nido de Águilas,
pero su tía Lysa no es lo que ella esperaba. Jaime vuelve por fin a Desembarco
del Rey, pero su situación tampoco es la que dejó.
Y en el Norte las
cosas se complican. Los salvajes quieren atacar el Muro, y los espectros han
despertado y no hay manera de matarlos, salvo quizá con vidriagón (obsidiana). Tras
una defensa verdaderamente heroica, los guardianes del Muro reciben la ayuda de
Stannis Baratheon y consiguen aprisionar o hacer huir a los salvajes. Pero
Stannis quiere manipular a la Guardia de la Noche, comenzando por Jon Nieve. Sorprendentemente
y con diecisiete años, Jon será elegido Lord Comandante de la Guardia. Pero no
nos sorprende: Jon siempre ha sido uno de nuestros personajes favoritos.