Ahogada en llamas

Ahogada en llamas la ciudad de Santander, desde el primer capítulo, a finales del siglo XIX y como telón de fondo la explosión de un barco en el puerto, desgracia que causó más de quinientos muertos. Entre esos muertos está Águeda, joven madre de familia burguesa, quien deja tres hijos pequeños y un marido abandonados a su suerte.

El marido, joven al fin y al cabo, pronto se casará de nuevo, y comienzan los asuntos de familia entre sus hijos y la hija de su nueva esposa. Las tertulias de café con personajes de finales de siglo XIX y principios del XX (como Benito Pérez Galdós, Pereda o Menéndez Pelayo e incluso el rey) dan visos de realidad a esta saga familiar que atraviesa diversos momentos trágicos de la historia de Santander. Pasando por la guerra civil, guerra entre hermanos, hasta llegar a la desgracia del incendio de febrero de 1941, donde ardió todo el casco histórico de la ciudad.  

Cincuenta años de historia en la vida familiar y social de Santander, una lectura amena y creíble de una sociedad que ya no existe.

Tiempo de arena

La historia familiar de cuatro mujeres de la aristocracia de Toledo a principios del siglo XX es narrada por Inma Chacón en diferentes momentos de su historia.

Las protagonistas son Mariana, la hermana mayor, antipática, preocupada por las convenciones sociales, nada cariñosa; Esclaramunda, la rebelde e incorfomista hermana mediana, afiliada sorprendentemente para una mujer a la masonería; Alejandra, la hermana pequeña, dulce y fuerte, abogada en un tiempo en que las mujeres no eran abogadas; y María Francisca, hija de Mariana y sobrina adorada, sometida a la voluntad de su madre y desgraciada toda su corta vida.

Es una historia de mujeres, de mujeres fuertes y enamoradas, que cometen errores y pagan caro sus caídas, y de la maldad que Mariana introduce en sus vidas al contactar con una familia valenciana que marcará para siempre el destino de la familia.

Finalista del Planeta en 2011, no he acabado de sentirme identificada con ninguna de las protagonistas. Cosa que es esencial para que a mí me atrape un libro…

La chica del tiempo

Faith es una mujer de treinta y cinco años, felizmente casada desde hace quince, con dos hijos adolescentes, un marido que la quiere y un trabajo como “la chica del tiempo” en una emisora de televisión. Su vida parece feliz y completa, pero un día un simple comentario de su amiga Lily le hace comenzar a dudar de la fidelidad de su marido. Sus dudas harán mella en su matrimonio, que se desmoronará rápidamente y dará lugar a una dolorosa separación.

Faith tendrá que aprender a rehacer su vida a solas, pero no le da tiempo pues casi de inmediato conocerá a Jos. Y, ya que está libre, ¿por qué no comenzar una relación? Al fin y al cabo, su marido ya tiene pareja…

Pero no todo es lo que parece, y Faith tiene también dudas respecto a su nueva pareja, y los sentimientos hacia su marido son aún fuertes.

De nuevo, una lectura rápida y agradable. De las que no hacen pensar. 

Solamente amigos

Lectura barata y rápida, que algunas veces incluso se agradece. La historia de dos treintañeros en un Nueva York brutal y despiadado donde las debilidades se pagan caras. A la vez que mágico, cuando se vive de la mano de un ser querido.

Freya es una mujer independiente que arrastra tras de sí una historia familiar de rechazo, cuando su madre murió y su padre, sorprendentemente para ella, no tuvo suficiente con su pequeña hija y volvió a casarse. Se centra en su trabajo, y sus relaciones amorosas son, una tras otra, un desastre. Tampoco tiene casa propia, sino que va y viene de apartamento en apartamento, compartiendo en ocasiones con parejas que no le duran mucho.

Tras su última ruptura, se instala por poco tiempo en casa de un viejo amigo y en seguida comienza a haber problemas de convivencia y comunicación. Pero algo se cuece en el ambiente, y todo estalla cuando finalmente, necesitada de una pareja en al boda de su hermanastra, su amigo la acompaña haciéndose pasar por su novio. 

Con mis propias manos. La Navidad del comisario Ricciardi

Se acerca la Navidad, y el frío se instala en el Nápoles del comisario Ricciardi. Un hombre perteneciente al partido fascista, y su mujer, son asesinados en su propia casa. Ricciardi y el sargento Maione deberán investigar el caso y tratar de resolverlo antes de que lleguen los días de Navidad, donde todo se para y las pruebas se van diluyendo.

Los belenes de Navidad juegan un papel importante en esta novela. Todos, sospechosos y víctimas, montan el belén, aunque aquí sea llamado el pesebre. El asesinado era un mal hombre, y había generado rencores a su alrededor, por lo que el asesino puede ser cualquiera.

Mientras tanto, Ricciardi sigue luchando con su corazón, intentando no acercarse a Enrica, la mujer de la que está secretamente enamorado, para no introducirla en su vida, una vida de desesperación que el comisario vive a través de los sentimientos de los muertos. Y Livia, mujer cosmopolita, trata de seducirle. No sabemos si alguna de ellas lo conseguirá, finalmente.

El otoño del comisario Ricciardi

El otoño y la lluvia llegan a Nápoles, en un final de octubre de 1931 con una húmeda sensación de desazón e inestabilidad. Un niño de la calle es encontrado muerto en una escalinata, y tras realizarle la autopsia se comprueba que el niño comió veneno para ratas. Pero esta muerte ¿fue accidental, o fue un asesinato? Ricciardi sospecha (en realidad, sabe) que el niño no murió donde fue encontrado, pues no ve su fantasma en sus últimas convulsiones, como le ocurre siempre que está en un escenario de muerte violenta.  

La vida del niño, que dormía en una parroquia, no es tan amable como parecía en un principio. Maltrato, acoso por parte de otros niños, pero también el cariño de una joven dama que le sacaba a pasear y le hacía pequeños regalos. La vida de Matteo es complicada, sus orígenes tampoco son claros, y Ricciardi, con ayuda del sargento Maiones, buscará la verdad.

En el mientras tanto, la vida personal del comisario se tambalea entre las atenciones de la hermosa Livia, que quiere a toda costa seducirlo y convertirlo en su pareja, y la decorosa y formal Enrica, que vive frente a su ventana.

El verano del comisario Ricciardi

El comisario Ricciardi se ve inmerso en el tórrido verano napolitano. Mientras lucha con las altas temperaturas externas, y con la fiebre amorosa que le produce su decisión de alejarse de su amada Enrica, una mujer de la alta sociedad es asesinada en su propia casa. La vida de esta señora no había sido perfecta, pues prescindía de su moribundo marido para salir y divertirse con sus amantes. Entre los allegados a ella deberá el comisario encontrar al culpable.

A la vez, tiene que escapar de la tentación de Livia, quien tras haber aparecido en una de las novelas anteriores, retoma su papel para intentar seducir a Ricciardi. Los asuntos de amor del comisario tendrán su contrapunto en los asuntos de amor de la asesinada, y finalmente sus propios sentimientos le ayudarán a dar con la verdad.