Esta novela, Premio Edebé de
Literatura Juvenil 2011, engancha casi desde el primer párrafo. La historia que
nos cuenta Maite Carranza es la siguiente: una joven, Bárbara, desapareció hace
cuatro años y desde entonces nadie ha vuelto a saber de ella. En un solo día,
el día en el que el inspector encargado del caso se jubila, surge la pista al
recibir su amiga Eva una llamada de socorro de Bárbara.
La historia se cuenta desde varios
puntos de vista, y aprendemos a conocer, a apreciar e incluso a compadecer
tanto a Bárbara como a su amiga Eva, a su madre Nuria, y al inspector casi
retirado que no ha conseguido dar con la clave. Todos ellos con su sentimiento de
culpabilidad, cada uno en su justa medida, por no haber hecho más por Bárbara.
Incluso ella misma.
Como sospechosos, un profesor al
que le gustan demasiado las niñas y adolescentes, y un novio mayor y poco recomendable.
Las pesquisas de última hora, ¿darán fruto antes de que el inspector se jubile?
Una excelente novela adecuada para
el público juvenil, y que toca el tema de los abusos sexuales y todos los
sentimientos que genera dentro de la familia.