Julia es una joven de
diecisiete años con una vida muy normal. Está apurando los últimos días de
vacaciones en un pueblo con una pandilla de amigos de su edad, tiene una
hermana de catorce años y unos padres normales, de clase media, preocupados por
ella pero todo dentro de la normalidad. Sueña con hacer grandes cosas en la
vida, tiene unos objetivos marcados y no quiere salirse de ellos, ni siquiera para
vivir un amor de verano o quizá un amor.
Una noche, Julia no vuelve
a casa tras salir a la discoteca habitual con sus amigos. El chico que la
acompañó a casa, y que quiere ser algo más que su amigo, la dejó a apenas unos
metros de la vivienda, pero Julia no llegó. ¿Qué le puede haber ocurrido?
La historia se cuenta
desde el punto de vista de todos los amigos, va saltando de uno a otro, con
capítulos cortos. Muy ágil y rápida de leer, nos traslada la angustia de los
padres y la hermana, las primeras pesquisas de la policía, los sentimientos de
los amigos, el papel de la prensa e incluso los pensamientos del depredador que
la tiene prisionera… En conjunto, una buena novela, literatura para jóvenes pero también para no tan jóvenes.