Termino la serie de Siete novias, y en esta ocasión es el hermano pequeño, Zac, quien va a vivir su historia de amor. Zac es el bala perdida de la familia, dirige una cantina en San Francisco, donde la bebida y el juego son los entretenimientos habituales. No quiere saber nada de enamorarse, y sus relaciones con las mujeres son efímeras.
Un día, aparece en San Francisco una pariente lejana a la que un día, en un evento familiar, Zac invitó a ir a la ciudad cuando quisiera. Lily está huyendo de su padre, predicador muy estricto, y sobre todo, de un matrimonio concertado que ella no desea. Llega pidiendo ayuda a Zac para instalarse y encontrar un trabajo.
Lily es guapa, joven, ingenua, generosa y amable. El resto, nos lo podemos imaginar… Aquí termina la serie, entretenida y fácil de leer. Aunque también previsible.
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