Curiosa, como siempre, la visión de Eslava Galán con respecto a uno de los episodios de los que más se ha escrito dentro de la historia de España.
Colón quiere riquezas, Colón quiere encontrar
las Indias dándole la vuelta al globo terrestre. Pero calcula mal y se
encuentra un continente en mitad de su camino. También es posible enriquecerse
con el oro americano, y esa será la intención de todos los aventureros que se
dirigirán a América durante el siguiente siglo.
Podemos pensar, quizá, que el imperio que en
México se asentaba en aquella época era un imperio modélico y civilizado, por
supuesto. Pero se trata de los mexica, gobernados por Moctezuma, un tirano que
exigía tributos de sangre a los pueblos a los que había vencido, y se los comía…
Un poquito de civilización, por favor. Hernán Cortés, digno hijo de su siglo,
allá que fue.
Pizarro no era Hernán Cortés, aunque sí
familiar lejano suyo… Él fue a Perú, donde la civilización inca vivía su
apogeo. Pero tampoco su modo de vida sobrevivió al conquistador español.
Tras leer este libro, saco una conclusión: los
españoles no fueron tan malos. Al menos, no tan malos como otros, en épocas de
colonización… Quizá, como dice Eslava Galán, perdimos la guerra de la
propaganda.
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