La joven Laurie Montgomery
es una forense que lleva unos meses trabajando en la ciudad de Nueva York. Un día,
llega a su mesa el cuerpo de un joven aparentemente sano, aparentemente
deportista y saludable, muerto por una sobredosis de cocaína inyectada en vena.
Cuando al día siguiente aparecen otros dos muertos de la misma extracción
social, con la misma falta de antecedentes de drogadicción, y con la misma
muerte por sobredosis, Laurie comienza a pensar que hay algo extraño en dichas
muertes.
A la vez, un joven policía
de homicidios trata de resolver algunos crímenes relacionados con la mafia
neoyorquina, y también pide ayuda a la doctora Montgomery. Lo que no pueden
sospechar es que quizá los dos casos estén relacionados…
La primera aparición de la
doctora Laurie Montgomery en las novelas de Robin Cook es trepidante, sobre
todo el final, donde no se puede parar de leer.
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