La vida
sigue en Perdido, y ya comienza a verse una recuperación en el pueblo, tras la
riada que lo arrasó. Pero ningún banco va a concederle un préstamo a los dueños
de los aserraderos, pues existe la posibilidad de que una nueva vuelva a anegar
las tierras. Por esa razón, los propietarios promueven la construcción de un
dique.
A Perdido
llegará un ingeniero que se convertirá en un miembro más de la familia Caskey, casándose
con Sister sin la aprobación de su madre Mary-Love. Esta sigue también enemistada
con Ellinor, a quien también preocupa enormemente que el río se vea constreñido
por el dique y hará todo lo posible por evitar su construcción. Mientras tanto,
sus hijas Miriam y Frances siguen creciendo, cada una en una casa.
Continúa
muy bien esta saga.
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