Oí hablar de este libro y como el tema de perder peso es un asunto recurrente en mi vida yo diría que desde siempre, decidí leerlo.
Obviamente no es mágico, pero sí da unos cuantos consejos interesantes. En primer lugar, hace reflexionar sobre los alimentos más adecuados para nuestro cuerpo, y sobre hábitos que tenemos y que no son saludables. Yo he sacado en limpio unas cuantas pautas, como por ejemplo intentar comer más fruta fresca y verduras, huir de los alimentos procesados y, sobre todo, algo muy importante: aprender a valorar el hambre como algo positivo, que te ayudará a disfrutar más de una comida.
Se supone que hay que empezar por comer exclusivamente fruta fresca en el desayuno. Pero yo no puedo comenzar el día sin un café y una tostada...
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