La tercera parte de la trilogía que comienza con El cuarto mono finaliza a lo grande y con intriga hasta el final. El detective Sam Porter se ha convertido en sospechoso de los crímenes atribuidos al Cuarto Mono, y de hecho los lectores no sabemos muy bien qué pensar. Y la razón es que el detectivo Porter tiene algunas lagunas en su mente, debidas al disparo en la cabeza que sufrió hace unos años, y que ha convertido en nebulosa algunso episodios de su vida.
Anson Bishop organiza todo a su alrededor para ser detenido a la vez que Porter, y para que todo el mundo sospeche que el detective no es trigo limpio. Muchas muertes, mucha corrupción, mucha venganza y muchas sorpresas... Un final trepidante.
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