sábado, 16 de noviembre de 2013

No confíes en Peter Pan


De nuevo, John Verdon nos introduce en uno de esos casos intrincados que tanto le apasionan al detective retirado David Gurney. En esta ocasión, su ayuda es solicitada para revisar el caso de una condena, al parecer injusta, de una mujer acusada de haber asesinado a su marido. La mujer está encarcelada y no parece que haya ninguna urgencia al respecto, ni que ningún asesino esté suelto alrededor y sea peligroso.
Pero cuando Gurney empieza a investigar, salen a la luz algunos aspectos extraños: la bala no pudo realizar una trayectoria imposible; un “socio” del fallecido, vinculado con los asesinatos por encargo, murió ese mismo día de una forma macabra; la hija del fallecido es una niña bien que no tuvo escrúpulos para mantener relaciones con el policía que investigó el caso…
Y todo comienza a girar de nuevo. Muere el abogado de la esposa encarcelada junto con varios vecinos, en un incendio provocado. Cuando Gurney está reunido con las dos personas con las que lleva este caso, son tiroteados desde lejos.
Mientras tanto, el afán de Gurney por proteger a su esposa y su hijo está totalmente en contra de su extraña capacidad de ponerse en el punto de mira del sicario demente que todos conocen como Peter Pan…

Como siempre, John Verdon urde una buena intriga con unos personajes creíbles y un Gurney retirado con el que no podemos evitar sentir una gran afinidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario