El libro cuenta la
historia de la niñez y adolescencia del monstruo que todos conocemos desde las
novelas anteriores, Hanníbal Lecter. No es una niñez normal. La historia
comienza explicando la enorme inteligencia de un niño que adora a su familia,
tanto a sus padres y a su preceptor como a su pequeña hermana, y que se ve
obligado a esconderse en un refugio durante gran parte de la II Guerra Mundial.
Allí Hanníbal vivirá
una serie de calamidades que terminarán con la muerte de todos los adultos que
le rodean. Tratando de proteger a la pequeña Mischa, no lo logra y sus captores
acaban matándola para sobrevivir, so pena de morir de hambre.
Hanníbal sobrevive a
la guerra y es adoptado por su tío, trasladándose a vivir a la Francia de
posguerra. La compleja relación que desarrolla más tarde con su viuda cuando éste
muere, el conflicto con un policía francés que ha comprendido la monstruosa
mente que anida en él, así como la sed de venganza que siente hacia los
verdugos de su hermana, son los hilos que mueven esta novela pobre y mal
encadenada.
Thomas Harris debió
quedarse con el Hanníbal adulto que todos conocimos y respetamos en sus dos
primeras novelas. Supongo que no pudo resistirse a la tentación de exprimir el
personaje.
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