En su segunda novela
con Hannibal Lecter como protagonista, Thomas Harris nos sumerge en una atmósfera
de inquietud y ansiedad. Buffalo Bill es un asesino en serie que ya ha acabado
con varias mujeres, apareciendo todas muertas y desolladas, sumergidas en un río
cada vez distinto, tras permanecer secuestradas durante un número indeterminado
de días. Las ciudades de origen también son diferentes, y no parece haber un
patrón que permita al FBI acercarse a la identidad del asesino.
Clarice Starling es
una joven estudiante del FBI, a punto de convertirse en agente, pero aún en la
academia. Cuando Jack Crawford, su superior, solicita su ayuda para entrevistar
al doctor Lecter, no sospecha que todo lo que hablarán se convertirá en clave
para capturar al asesino.
Mientras tanto,
Buffalo Bill ha secuestrado a una joven más. Pero no es una joven cualquiera,
no: es la hija de una senadora de los Estados Unidos. La muchacha tiene sólo
unos días de vida, y Clarice se obsesiona con su salvación. Para ello necesita
la inestimable ayuda del doctor Lecter, que no olvidemos es un asesino más
peligroso, si cabe, que el propio Buffalo Bill.
Una novela
espeluznante, macabra y… maravillosa.
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