Después de mucha novela negra, me
apetecía algo más ligero, y me fui a la siempre recomendable para esta cuestión
Sophie Kinsella. Sus novelas son rápidas y fáciles de leer.
En esta ocasión, la protagonista
es una joven que, tras un accidente de tráfico, ha olvidado los últimos tres
años de su vida. Y su vida ha cambiado, pero mucho. De ser una veinteañera un
poco loca, con problemas económicos, trabajo poco estable y mal remunerado, un
novio nada recomendable y un grupo de amigas para salir a bailar y a beber, ha
pasado a ser una ejecutiva formal y capaz, casada con un millonario guapísimo
y, al parecer, con una vida de ensueño.
Pero obviamente, no es oro todo lo
que reluce y en cuanto recibe el alta hospitalaria y reanuda su vida, comprende
que tendrá que aprender otra vez a vivir su vida, y quizá no le guste tanto
como debería…
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