domingo, 30 de agosto de 2015

La flaqueza del bolchevique


¿Cómo es posible que no haya caído en mis manos esta joya hasta ahora? Una verdadera joya, un título que me suena desde hace años (fue finalista del Premio Nadal en 1997) pero que nunca había leído.
La historia comienza bien, sigue mejor y acaba fenomenal. Un ejecutivo treintañero, desencantado de la vida y que sospechamos puede cometer alguna barbaridad, ya que escribe en primera persona, sufre un accidente de circulación. La otra implicada es una estúpida, eso no lo podemos discutir, pero a partir de aquí nuestro protagonista decide fastidiarle la vida con pequeñas gamberradas telefónicas.
Todo podía haber acabado ahí, o podía complicarse. Y esto es lo que ocurre cuando aparece en escena la bella hermana adolescente de la estúpida del coche. El treintañero se obsesiona con la jovencita, y el resultado es lo que cabía esperar de la pluma de Lorenzo Silva: una maravilla en unas pocas páginas. Porque no es necesario escribir una novela larga para escribir una novela absolutamente genial.

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