Qué diferencia mi vida, o la vida de cualquiera
de las mujeres que vivimos hoy en día, con respecto a la de hace setenta años. La
historia que se narra en esta maravillosa novela transcurre en plena postguerra
española, en 1946. La mujer que protagoniza la novela y alrededor de la cual se
mueve la trama es Marta Ribas, esposa de Antonio y madre de Elena. Antes de la
guerra civil eran un matrimonio que vivía bien, ella era de familia de diplomáticos
y hablaba cinco idiomas, tocando el piano con gran virtuosismo.
Pero llegó la guerra, y después la posguerra, y
Antonio, el esposo, cayó en desgracia. Fue rescatado por su amigo Rafael, amigo
de la infancia, pero amigo traicionero, pues siempre enamorado de Marta,
finalmente consiguió atraerla a sus brazos y ser realmente el padre de su hija
Elena. Desde entonces, malviven en la miseria.
Marta es muy infeliz, y cuando su esposo cae
gravemente enfermo se ve obligada a hacerse cargo de la economía familiar. Su
encuentro con una mujer muy adinerada, Roberta, que necesita una asistente que
sepa idiomas y sepa estar, le facilita un puesto de trabajo excelentemente
remunerado. Pero su esposo, hombre tremendamente machista en una sociedad que
fomenta las desigualdades, le prohíbe trabajar, con lo que Marta, que por fin empezaba
a sentirse útil, se hunde más y más.
Elena es una joven de diecisiete años,
adolescente y soñadora, y se mete en algunos líos por confiar excesivamente en
sus conocidos. Finalmente se enamora de un joven violinista, pero su padre decidirá
casarla con un juez, vecino suyo, que le parece un gran partido y solucionará
la vida a toda la familia.
Drama tras drama, incluidos los desastres de
Julita, la mejor amiga de Elena, y Basilio, su hermano tarambana, la historia
se complica cada vez más. Esperamos el desenlace con verdadero afán, soñando
con la felicidad de, al menos, alguno de los personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario