Hacía tiempo que una novela no me llegaba como me
ha llegado esta. Una maravilla. Una trama familiar donde los personajes están
perfectamente trazados, desde la hija ilegítima que siempre se ha sentido
avergonzada de ello, pasando por la malvada y maquiavélica esposa legal de su
padre, hasta cada una de las mujeres de mediana edad, insatisfechas con sus
vidas.
Carlota vivió una extraña infancia con un padre
casi siempre ausente. Con doce años, descubrió las razones: su padre tenía otra
familia, una familia normal, no como su madre y ella, que eran la querida y la
hija bastarda. Nunca dejó de querer a su padre, pero le retiró el saludo y el
contacto unos años después, cuando se negó a darle su apellido y fue la ley
quien le dio la razón.
Años después, con Carlota convertida en juez, mujer
hecha a sí misma, fuerte e independiente, su padre la reclama para contarle los
secretos que destrozaron la vida de muchas personas. Carlota comienza una
relación con su hermana Julia, y esta relación provocará una catarsis en la
vida de esta.
En medio de esto, los hermanos (uno malvado, otro
menos malvado pero igualmente dañino); las esposas de los hermanos,
especialmente la figura de la desgraciada Maribel; el esposo de Julia, un buen
hombre, desdichado por no haber encontrado el amor; su hija Cristina, que
empieza a vivir…
Y la familia de Carlota, su madre siempre
caprichosa e insatisfecha y su abuela Zenobia, mujer fuerte y modelo a seguir. Los
secretos que acompañan a todos ellos se descubrirán y podremos entender los
dramas de una familia, que parece tenerlo todo cuando en realidad no tiene nada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario