Nada retrata con fidelidad la llegada de una joven huérfana a Barcelona. Tras la finalización de la guerra civil, que ella ha pasado en un convento, su pensión de orfandad le va a permitir estudiar en la Universidad, cosa bastante extraña en esta época. Se instala en la casa familiar de su abuela materna, donde conviven varios miembros de la familia que, tras la guerra, viven unas complicadas relaciones de amor, odio y dependencia.
Las penurias de la protagonista están casi siempre relacionadas con el hambre. Cuando decide no comer con su familia, sino ser más independiente, empieza a durarle el dinero lo justo para llegar a poco más de mediado de mes. El resto del tiempo sobrevive con sobras de su casa y poco más.
Las relaciones con sus tíos (enfrentados), con la esposa de su tío, con su tía, su abuela... están perfectamente retratadas. Su amistad con una compañera y los entresijos de sus relaciones famiiares, sus contactos con compañeros de la Universidad y sus primeros escarceos amorosos, nos van informando de la vida en esa dura Barcelona de posguerra.
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