La segunda parte de la Trilogía del asesino de reyes continúa con
Kvothe contando su historia. La segunda noche en la que Cronista toma nota de
todas las aventuras que este arcanista de reconocido renombre ha vivido a lo
largo de su vida, que son muchas aun siendo joven.
Kvothe cuenta sus peripecias pero en esta ocasión no se limitará a
la Universidad. Diversas circunstancia le hacen pensar que estará mejor pasando
un tiempo fuera, por lo que se irá a un lugar remoto donde un hombre muy rico
precisa de los servicios de un joven músico inteligente. Por el camino le
ocurrirán desgracias y finalmente llegará a su destino, donde servirá bien. La
joven Denna también aparece por allí, sumiendo como siempre a nuestro joven
protagonista en ensoñaciones y pensamientos románticos, aunque no les dé nunca
a entender.
Un encargo del señor, el de eliminar el peligro de una cuadrilla
de ladrones, alejará a Kvothe de la ciudad. Conseguirá reducir a los
delincuentes, tener relaciones con Felurian, un ser de leyenda perteneciente al
pueblo Fata, y por último rescatar a dos jóvenes secuestradas por otros
delincuentes.
Al final de la novela, Kvothe regresa a la Universidad, sin
problemas monetarios por primera vez en su vida, y convertido en una leyenda
tras todas las historias que se cuentan sobre él. Termina la noche y con ella
la novela, ahora tendremos que esperar a la tercera y última entrega…
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