Esta novela narra unos días en la vida de un sicario. Es un hombre
frío, como el título revela, mata por dinero y siempre cumple con su deber. El
señor Gonzalo, un mafioso, es quien le hace encargos, encargos que él siempre resuelve
rápidamente y sin dejar ninguna señal que lleve a las autoridades por el camino
correcto.
Un día, recibe un nuevo encargo. En esta ocasión, debe asesinar a una
prostituta de lujo, Yolanda. La sorpresa será saber que él conoció a la
prostituta, hija de un antiguo amigo, cuando era apenas una niña de cinco años.
Cuando vuelve a verla, más de veinte años después, pagará por su tiempo como un
cliente más, y se obsesionará con la joven, dudando si cumplir o no con el
encargo.
Pero la joven Yoly es asesinada igualmente, por un desconocido que
trata de implicar a nuestro sicario. Ante esto, la opción es investigar para
saber quién ha tratado de colgarle el asunto, y las cosas se van complicando
mientras comete un asesinato tras otro.
La novela está escrita principalmente en frases cortas, con lo
cual la lectura es muy ágil. Me ha faltado cogerle cariño al protagonista, pero
es difícil coger cariño a un asesino a sueldo…
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