Megan Maxwell nos cuenta en esta ocasión varias historias en una.
Dos hermanas, Sofía (veinticuatro años) y Esther (treinta y cuatro) viven en
Benicassim y ayudan a su padre a regentar un hotel que era el sueño de sus
padres, aunque desgraciadamente ella falleció hace muchos años.
Esther sueña con ser cocinera y tener su propio restaurante, y
mantiene dos amigas y un amigo desde siempre, cada uno de ellos con su vida y
sus parejas, e incluso una de ellas ha sido madre. Se traslada a vivir una
temporada a Londres, con el fin de realizar un curso de cocina con un
prestigioso chef, y allí hará una amistad muy especial.
Sofía vive anclada en un mundo bastante macarra, con unas
amistades de la infancia y adolescencia, y con unas actitudes bastante
infantiles e irresponsables. Incluido el consumo de drogas y prácticas sexuales
de riesgo, todo ello alentado por un novio que no le conviene en absoluto.
Las aventuras y desventuras de Esther, Sofía, su padre, sus
empleados, sus amigos y conocidos, vienen aderezadas por la música de Lucía Gil
y Atacados, cantantes que yo no conocía pero que aparecen como personajes de la
novela.
Buena lectura de playa o piscina, entretenida y agradable de leer.
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