Vi esta película, que me impactó, hace muchos
años. Luis Tosar en el papel de Malamadre,
lo borda, incluso más que Alberto Ammann, quien le acompaña en el otro papel
protagonista.
Pero vayamos con el libro. Contado desde tres
perspectivas diferentes: Juan Oliver, funcionario de prisiones que en su primer
día de trabajo se ve dentro de un motín en la cárcel donde se incorpora,
haciéndose pasar por preso para sobrevivir. Por otro lado, Malamadre, el que manda en la prisión, que en principio aceptará a
Juan Oliver (Calzones le apodarán) y
confiará en él, para luego empezar a competir: dos gallos en el mismo corral. Y
por último, uno de los funcionarios que están fuera, que apenas conoce a Juan
pero le ha parecido un buen chico y lo apoya desde la distancia, contando la
situación tal y como se va desarrollando.
Pero la historia tiene varios puntos de
vista, y el motín va complicándose cada vez más. Por un lado, hay tres presos etarras
vascos que se convierten en rehenes, y el gobierno tiene que protegerlos a toda
costa. Pero las familias de los presos se enteran de que algo está ocurriendo
dentro y se agolpan en los alrededores de la prisión, con la mala suerte de que
la esposa de Juan, Elena, es golpeada y muere.
Juan no soportará la muerte de su esposa, de
la que se entera dentro de la prisión, y a partir de ahí habrá un cambio en su
carácter. Ya todo le da igual, solo quiere vengarse y por fin, se ha convertido
en un asesino más.