Hace poco me acordé de esta novela que leí de
adolescente. Martín Vigil me encandiló en una época de mi vida, con varios
títulos que aún recuerdo y que seguramente volveré a leer recurrentemente.
Jaime es un adolescente que queda repentinamente
huérfano de padre y madre, perdiendo también a sus hermanos pequeños en un
accidente de coche. Por suerte, tiene un abuelo rico en Sudamérica que vendrá a
hacerse cargo de él.
Jaime es trasplantado de repente a la tierra
de sus ancestros, a una Asturias rural donde su familia es legendaria. Por ricos
y por seductores. Pero Jaime no se siente así. De hecho, cuando entra en el
instituto del pueblo, en su primer día de clase, entiende que le será bastante complicado
adaptarse.
Los meses irán pasando, conseguirá hacer un
amigo, se enamorará como solo lo hacen los quinceañeros… y mientras tanto irá
investigando en sus raíces y en lo que ocurrió en su casa, La Casona, durante
la Guerra Civil.
Una estupenda novela para quinceañeros que también
se puede leer cuando te acercas a los cincuenta.
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