Una joven agente inmobiliaria es asesinada
brutalmente con un artefacto para matar animales en una preciosa granja
considerada patrimonio histórico que está a punto de venderse. No hay pistas
que indiquen qué puede haber ocurrido, y poco después aparece un cuerpo de
mujer totalmente desfigurado asesinado de la misma manera. Y en esta ocasión no
parece que la identificación vaya a ser posible.
A la vez, vamos viendo cómo es la familia que
vende la granja. Cuatro hermanos, dos mayores y dos menores, uno de ellos
muerto (o quizá no) en las montañas de Chile diez años atrás. La hermana
pequeña, Julia, residente en la granja, no quiere vender, pero se ve obligada a ello por las presiones de
sus hermanos, el mayor agobiado por las deudas de juego y su hermana que quiere
divorciarse y necesita dinero para iniciar una nueva vida.
A través de pequeños esbozos de hace
veinticinco, veinte años, vamos viendo la vida de los más pequeños de la familia,
y comprobamos que debajo de una vida aparentemente normal se esconden secretos que
ahora están desembocando en crímenes… Nuestros policías de Gotland favoritos,
Knutas y Karin, tendrán que descubrir lo que ha ocurrido.