Leí hace poco La España vacía, de Sergio del Molino, al informarme sobre esta
novela-ensayo oí hablar de La hora
violeta. Hoy lo he acabado y debo decir que ha sido un impacto.
Es la historia de un dolor, de un dolor en
estado puro, como no puede ser otra cosa, como no puede dejar de ser el perder
un hijo. Un hijo que no había cumplido dos años, un hijo que estuvo luchando
con una leucemia devastadora desde antes de cumplir su primer aniversario.
Sergio del Molino nos traslada por las diversas
fases de la enfermedad. Desde el estupor inicial, siguiendo por la rutina
hospitalaria no exenta de momentos de gozo, para finalizar en el vacío final, el
duelo que no finaliza, el dolor instalado en lo más profundo.
Sin caer en la lágrima fácil (aunque es
inevitable echar algunas en los momentos finales), es este un relato precioso y
a la vez trágico, sereno y a la vez desolador. Un homenaje a muchas personas, y
en especial a Pablo, el pequeño que no pudo salir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario