Hace ya años que leí Los crímenes de
Oxford, novela de la que incluso se hizo película, y esta es la
continuación de aquella.
El protagonista es un joven argentino,
estudiante de lógica en Oxford, al que su mentor le orienta para investigar en
determinados objetivos. En esta novela, sus pasos le llevarán a los diarios perdidos
e incluso mutilados, del escritor Lewis Carroll, quien dedicó su vida a muchos
aspectos: la escritura, los acertijos matemáticos, la fotografía…
Precisamente esto es lo que más me ha
impactado del libro, pues yo no conocía la faceta de Lewis Carroll como
retratador de niñas, y sobre todo de niñas desnudas. Hoy en día no sería
tolerado, y me pregunto cómo pudo serlo en la época victoriana.
La joven Kristen hace saber que ha encontrado
cierto papel entre los diarios de Lewis Carroll y que cambiará la visión que tenemos
del escritor. Pero antes de que pueda contar lo que tiene y lo que significa,
es atropellada por un coche que se da a la fuga. El diagnóstico es muy serio:
jamás volverá a caminar. ¿Podría esto tener que ver con la vida de Lewis
Carroll?
Poco después, el editor de los libros que la
Hermandad de Lewis Carroll publica es asesinado con veneno en sus bombones. La
trama sigue tejiéndose y todos los crímenes parecen circular alrededor de Lewis
Carroll y sus célebres libros de Alicia…
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