sábado, 12 de junio de 2021

La víctima 2117 (Departamento Q)

 


La octava entrega del Departamento Q ahonda esta vez en la vida personal de Assad. Aunque sin descuidar al resto de los personajes, pues Rose aparece de nuevo en escena, saliendo de un colapso mental generado por el último caso (que no recuerdo muy bien, pues leí hace tres años). Carl también se ve inmerso en la posibilidad de ser padre, aunque es un tema que se ve muy de refilón… Lo más crudo es Assad, quien revive y cuenta su periplo en Afganistán e Irak, su historia familiar y el secuestro desde hace dieciséis años de su mujer y sus dos hijas.

Ghaalib es el secuestrador que quiere vengarse de Assad hace tantísimos años, y planea un atentado yihadista en Berlín utilizando a las mujeres de su vida, con la intención de acabar con todos ellos. Assad entrará en el juego, obviamente con la intención de salvar a su familia, y ayudado por Carl y por toda la policía alemana, tratarán de detener la masacre.

Como historia de fondo y totalmente necesaria para la trama, la de un periodista freelance barcelonés que cuenta la historia de los refugiados ahogados en el mar, en concreto cuando empieza a investigar a la víctima 2117, llegada a la costa de Chipre. Y como historia menos necesaria, pero igualmente interesante, la de un joven danés recluido en su habitación jugando a videojuegos, que pretende iniciar una masacre en el momento en que llegue a un determinado punto.

Como siempre, el Departamento Q entretiene y mantiene en vilo hasta el final.

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